Alcázar del Reino de Nueva Sabernal
Oficialmente ‘Gran residencia y alcázar de los reyes, príncipes
y corte real del sagrado reino de Sabernal’, es actualmente el domicilio de la
familia real de Nueva Sabernal, construido sobre una de las fortificaciones
abandonadas de los antiguos habitantes indígenas: los selsuicas, específicamente
sobre un altar.
El lugar fue erigido sobre una colina a las orillas del río
Tívecre y el cañón del Dragón, ya que tenía la mejor vista en 360 grados. Fue uno
de los primeros edificios en construirse al iniciar la fundación, y esta duró 3
años en culminarse.
El Alcázar quedó construido de manera similar al castillo de
Neuschwanstein, debido a que, supuestamente, fue planeado por uno de sus
arquitectos alemanes, que lo habría hecho como un ensayo. Ante la popularidad
del gemelo de Alemania, el Alcázar de Tívecre fue visto como la réplica, aunque
después de 1920 varios recursos de autoría fueron solicitados al país europeo,
que nunca prosperaron.
La única diferencia yace en que los dos edificios laterales del
sabernalense quedaron un poco más atrás, y el edificio central un poco más
largo, dándole forma de E mayúscula.
En 1956 fue declarado patrimonio internacional por su legado
histórico y artístico, y a partir de los años 80 fue abierto al público en
general para ser visitada una parte interna, así como parte de los vastos
patios y jardines, el lago artificial, el observatorio y hasta finales de los
90 un parte del mausoleo real.
El Alcázar fue
remodelado constantemente hasta su declaración internacional. Su distribución
se puede separar en dos: el edificio propiamente dicho, y la zona exterior.
El edificio tiene
forma de E mayúscula, con la entrada principal en el borde de la segunda línea.
Las otras dos son mucho más bajas. Cuenta con más de veinticinco salones de
Estado, sesenta dormitorios y apartamentos principales, doscientas habitaciones
de empleados, ciento cinco oficinas y un centenar de baños. Sus salones y
habitaciones fueron decorados con gran lujo y belleza por pintores y artistas
del país.
Antes del
traslado del órgano ejecutivo a un edificio externo, en el Alcázar tenían
permiso de vivir el Primer Ministro y su gabinete, así como sus respectivas
familias, también ciertos miembros del Parlamento y de los tribunales. En el
palacio también viven los soldados que prestan su servicio exclusivamente a la
realeza: la Guardia Real.
En la parte
exterior está rodeado por parques, un lago artificial que se alimenta del río y
jardines enormes, tradicionalmente cuidados por la reina de turno. A un lado
solo accesible por el edificio, se encuentra el mausoleo, donde yacen los
reyes, héroes nacionales y algunos de los primeros pobladores. También se
encuentra un foso.
La entrada principal
da inicio a un camino de medio kilómetro rodeado de grandes árboles que se
divide en dos al salir a la plaza principal de la ciudad, creando así una plaza
más pequeña en forma triangular en la que anteriormente se ofrecían discursos y
espectáculos reales.
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