La Casa de más de Cuatro Pisos - Parte 31

Encuentro Inesperado

En el planeta paralelo, Tatiana, Leini y David Palermo llegan a la casa de más de cuatro pisos. A pesar de que el Dr. S es muy famoso e importante, no tiene guardia ni mayordomo y la fachada de la casa es más sencilla que la del mundo real. Al tocar la puerta él mismo abre.
- Buenas tardes – dice el Dr. S - ¿Qué quieren? ¿Una entrevista?
- No, señor – dice Tatiana – Eh… no sé cómo decirle…
- Solo mire esta foto – dice Leini, quitándole la foto a la nerviosa Tatiana.
- Dios mío. Es el mismo.
- Sí. La persona que usted tiene – dice Tatiana – es mi esposo.
- Ustedes no son de aquí, ¿verdad?

El Dr. S les explica que su verdadero nombre es Doctor Davidzeiro Septiembre, tan largo que le da dolor de cabeza. Les explica que el planeta donde están se llama Aqua y no Tierra como el planeta paralelo, según sus investigaciones secretas. «Es sencillamente tonto llamar a un planeta por algo que no es» dice él. También les dice que para ellos es más fácil vivir en la noche. Las plantas crecen en la paz y el silencio del día, y se cosechan en la noche, más frescas y deliciosas. Con tanta luz en el día y la noche no hay delincuencia y el cáncer de piel es bastante nulo. Las luces se cargan con energía solar, al igual que casi todo. El Dr. S le explica muchas cosas pero Tatiana sólo quiere ver a su esposo.

- Lo he estudiado mucho. Discúlpenme, pero es único, bueno, con ustedes ya no es único. En realidad, estoy elaborando un experimento termodinámico. ¿Puede ayudarme usted?
- ¿Como en qué? – dice Leini.
- Necesito formular la conservación de la energía, - dice, mientras le muestra un tablero – establecer esta función llamada U, a la que llamo energía interna, ya sabes, cuando el cambio ∆ x U = UB – UA, experimentado por ella es igual a la suma del trabajo y la energía suministrados por el sistema. Por lo tanto el calor cedido por el mismo será negativo, tomando como positivo el calor del sistema. ¿Te lo explico más fácil? Bien. Que el estado de esta A del sistema evolucione a este cambio B que es igual a ∆, pero no sé una formula exacta. En su planeta paralelo si existe esa fórmula, ¿no es así? Por favor, dímela.
- Bueno, – dice Leini atónita porque no entendía nada - ¿Qué tiene que ver esto con Germanio?
- Oigan – interrumpe David Palermo, quien observaba el tablero – yo me la sé. Creo que es ∆ x U= Q-W, siendo Q calor y la W trabajo.
- David, eso es totalmente correcto. Así sí funcionará el experimento.
- Vaya, no sabía que eras un genio, mi amor – le dice Leini a su esposo.
- Pues yo tampoco sabía – dice, y pensaba «Que bueno que repetí tres veces ese grado en la secundaria».

El Dr. S muestra su experimento terminado. Se trata de un termómetro que mide el neodimio, el molibdeno y el iterbio, ideal para saber la temperatura para crear la piedra filosofal. Su discurso es interrumpido por una tetera hirviendo. Tatiana la había puesto con unas hojas de tamarindo para animar a Germanio, pues no se había despertado desde que llegó. Ella se dirige hacia su esposo y le aplica la cocción. Germanio despierta, pero con un grito.

- What happened?  Wo bin ich?
- ¿Qué dijo? ¿Qué le pasa? – dice DavidPalermo
- No se preocupen – dice Tatiana – Es políglota. Habló en inglés y alemán.
- Excuse me, where am I? Who are you?
- Parece tener amnesia – dice el Dr. S - ¿Cuántos idiomas hay en su planeta?

Leini le dice que hay demasiados, pero todos se están transformando en uno solo, para comunicarse entre todos en el mundo. El Dr. S le dice que ocurre lo contrario en el planeta Aqua, pues todos hablaban una sola lengua y todos se están separando idiomáticamente, y que, sin embargo, los mejores investigadores, entre ellos él, tratan de buscar el idioma legendario, en el que cada palabra pronunciada era capaz de trasformar las leyes naturales.

De acuerdo al mito, cada cosa obedecería a quien las llamara por su verdadero nombre. Se dice que aquel idioma tenia tanto poder que lograron construir una torre que llegaba al mismo cielo lunar, pero la gente se aburría antes de llegar al piso diez mil, el cual no era ni tres cuartos de su tamaño tal. Por eso la gente derrumbó la torre y decidió olvidar esta lengua inventándose otra, pero otras personas también decidieron crear sus idiomas secretos, los cuales no funcionaron, sólo uno, el cual hasta hoy continúa.

Tatiana le agradece por todo al Dr. S. Ella sabe que tiene apenas una amnesia pasajera y deciden volver a la Tierra. El Dr. S siente curiosidad por ver cómo es la vida en un planeta donde duermen de noche, pues no se lo puede imaginar y decide acompañarlos.

Mientras tanto, en el futuro lejano, Ericoka maneja como loca, yéndose por carriles contrarios, descarrilando viejos trenes, volcando camiones, estrellando buses y autos y llevándose por delante semáforos y señales de tránsito.

- Si salimos vivos, ¡recuérdame matarte! – dice el capitán.
- Oye Brus, sí que cambiaste – dice Ericoka – Tienes un gran sentido del humor.
- Sí. Y reconoció al fin que era descendiente del querido capitán Toribio.
- Ah sí, aquel hombre me inspiro a ser como soy. El capitán Toribio fue quien…
- ¡Para! – grita Natalisa – casi nos pasamos la bifurcación y hay que dar una vuelta muy larga para volver. Mira el aviso.

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