La Casa de más de Cuatro Pisos - Parte 23

Las puertas del tiempo

Después de las presentaciones y los saludos, se dispusieron a observar a los zombis que estaban congelados. Luego, todos se quedaron en silencio por orden de la Reina Negra. Ella les dice que ha hecho un conjuro junto con la Madre Épsilon para resolver todo por medio de un juego parecido al ajedrez terrícola, con las mismas reglas.

De un lado estarían las piezas negras representando el dominio de la muerte, y del otro lado, las piezas blancas con el dominio de la vida. En ese preciso momento, todas las personas que estaban en la Tierra estaban infectadas con la enfermedad del Querubín Rosado; no estaban completamente vivos, ni completamente muertos.

- Escuchen bien – dice la Reina Negra – Si gana el dominio de la muerte, la raza humana será exterminada y los terrícolas que están en Marte empezarán a sufrir los síntomas de la enfermedad. Si gana el dominio de la vida, los humanos vivirán eternamente, nunca enfermarán más, pero después enloquecerán y desearán morir, mas la muerte les será esquiva.
- Cualquiera de las dos opciones es una mala decisión – dice Leini.
- Ya sé – dice Juan – podemos quedar en tablas, así nadie pierde y nadie gana.
- Exacto – dice la Reina Negra – el perfecto equilibrio es una sabia decisión. Sin embargo, quedar en esa posición es más difícil que intentar ganar.

La Reina va al centro del cuadrilátero y empieza a llamar a cada uno. Les dice en que cuadro deben estar y porqué. Finalmente el orden queda así: en el dominio de la vida están: como el rey: Milwer; la reina: Driana; los alfiles: Iván ‘Morcilla’ y Viana; los caballeros: Jennifer y Stuart; y las torres: Leini y David Palermo. Los peones de derecha a izquierda son: Josué, Tatiana, el capitán Toribio, Karina, Miguelángel Cuervo y Eliana.

Los cuadros faltantes son completados con dos policías. En el dominio de la muerte están: el rey: don Raimundo; la reina: Driana Dark; los alfiles: Nancy y Deibyd; los caballeros: Sara y Marcela; y las torres: Yuriana B y Cristiano. Los peones son: Omairo, Miguel, Paolina, Germanio, Juan y Diana. Los cuadros faltantes son completados con dos soldados de Diana.

Paolina dice que a partir del momento en que empiecen a jugar quedaran mudos y los únicos que dirán los movimientos son las reinas y sus comodines. Driana asigna de comodín a Josué y Driana Dark elige a Juan.
Después empiezan a jugar. Los movimientos son pensados, analizados, efectuados, perdidos y ganados. En dos minutos comienzan a capturar a los demás. Los zombis capturados se van volviendo humanos ya enfermos y los humanos capturados son afectados inmediatamente con la enfermedad del Querubín Rosado.

Luego el juego se pone más difícil porque no se trata de ganar sino de quedar en tablas. Las piezas importantes van saliendo. Algunos movimientos son de segundos, mientras son pensados por varios minutos y casi penalizados por la regla del tiempo.

Pronto llega el momento crucial, porque la Reina Negra es capturada por Eliana. Sin embargo Juan llega a la otra orilla y cambia de lugar con la Reina Negra. Ahora Juan le puede decir los movimientos por telequinesia.

En definitiva quedan los reyes blancos y la Reina Negra. Cuando está cerca de Milwer le dice que su momento ha terminado y se transforma en la Princesa Canela. Empieza a seguir a Milwer mientras le dice a don Raimundo que no se mueva. Milwer está muy nervioso, ya que de él depende la raza humana. Esta solo y no sabe qué hacer, pero la Princesa Canela es más activa y pícara que la Reina Negra y le dice: “vamos, muévete un cuadrito, sólo un cuadrito más”.

Durante un cuarto de hora, Milwer huye de la Princesa Canela corriéndose de a un cuadro. Él no ve más escapatoria y dirá que se rinde, pero antes de decirlo, ella le dice: “Perfecto. Quedamos en tablas”, después le pica un ojo, le sonríe y se transforma en la austera Reina Negra. Únicamente Milwer sabe de su transformación y no dice nada al igual que la Reina. Después todos comienzan a despertar y los zombis quedan rígidos.

- ¡Qué bien! Se ha salvado la raza humana – dice Paolina – Todo ha terminado.
- No, aún… – dice la Reina Negra
- Ah no, no han terminado conmigo – interrumpió Milwer, tomó a Driana de un brazo y junto con Omairo y Diana salieron corriendo hacia la habitación en la que se encontraba la Gibelina y la puerta se cerró tras ellos.
- ¡Qué insensatos! – dice la Reina Negra – decía que el poder de esa enfermedad finalmente se ha concentrado, se ha levantado el Coloso y sólo podrán eliminarlo los semidioses. Madre: ¡debes despertarlos!
- ¿Ellos están aquí?
- Sí, pero vamos, el tiempo está en contra.

La Reina Negra llama a Marisa, a Karina, a Juan y a Josué y les dice que ya se pueden ir. Marisa quiere volver al hotel para bañarse, comer y dormir; y Karina quiere regresar a su concierto. Juan también quiere volver al estadio, pero recuerda que con todo el tiempo que pasó ya se ha debido acabar el partido. Antes de que atraviesen las puertas, la Reina les dice que ya no podrán regresar.
- Entren por esta puerta – le dice la Reina Negra a Karina y a Juan – No sólo volverán al mismo espacio sino al mismo tiempo cuando entraron.

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