Mitología Marciana

Son las leyendas orales y escritas que predominan en los pocos habitantes de Marte, que subsisten bajo tierra luego de un cataclismo originado por un jupiterino.

Se conocen: la Madre Épsilon, los cinco semidioses, las serpientes doradas y la mesnada de los guerreros.

La Madre Épsilon y los cinco semidioses

La Madre Épsilon es la máxima deidad marciana, siendo enviada por el Creador de vida (el mismo que el de Júpiter) para protegerlos.

De acuerdo a las leyendas, hace muchos años, incluso antes de que hubiera vida en la Tierra, ya Marte era un planeta mucho más prospero y tecnológicamente avanzado de lo que hoy puede ser el planeta terrícola.

Sin embargo, entre los visitantes intergalácticos, se hizo poderoso un hombre de Júpiter conocido como Jonás, el Duro, que gobernó a todo el planeta con mano dura, hasta que los marcianos se rebelaron.

Para castigarlos, Jonás creó con su poder un virus que empezó a matar a muchos habitantes, y con la misma magia, usando las almas de los muertos, alimentó un enorme coloso que terminó por destruir a su propio amo y toda la superficie del planeta. Pocos habitantes huyeron a las cuevas, en las que residen hasta el día de hoy.

En ese momento se manifestó la Madre Épsilon y con ella trajo a cinco semidioses llamados Alfa, Beta, Gamma, Kappa y Delta. Siendo sus poderes insuficientes, usaron un misterioso poder para derrotarlo, sacrificando sus divinas vidas.

El coloso fue destruido y junto a los semidioses fueron transformados en perlas que la Madre envió a la Tierra. Los semidioses se transformaron en seres humanos y crearon la vida allí. Mientras tanto, la vida en la superficie de Marte ya era invivible para sus habitantes, quienes terminaron residiendo en su interior para siempre, puesto que los muertos seguían estando animados, pero sin emociones.

De acuerdo a la Reina Negra, Brean habría resucitado al coloso en la Tierra, tras usar el amuleto conocido como el Ojo de Pandora, una llave con la que abrió una cámara en una cueva en África, y en la que estaba el coloso transformado en perla.

De la misma manera, inició la expansión del virus conocido como la fiebre del Querubín Rosado que produjo el mismo efecto en el planeta, y posteriormente, el coloso volvería a Marte para vengarse, por lo que la Madre Épsilon regresaría para traer de vuelta nuevamente a los semidioses.

Así las cosas, la Madre Épsilon reencarnó en Paolina; Alfa, con el poder del agua, en Yuriana B; Beta, con el poder del aire en el Capitán Toribio; Gamma, con el poder del fuego, en Cristiano; Kappa, con el poder de la tierra, en Germanio; y Delta, con el poder del éter, en Eliana. De esa manera logran derrotar finalmente al coloso y salvar a los terrícolas.

Las serpientes doradas y la mesnada de los guerreros

Otra intervención legendaria de la Madre Épsilon fue la convivencia entre las serpientes doradas y los marcianos. Los primeros son seres mitológicos gigantes que han vivido felices en el centro de Marte, protegidos por su piel de oro. Las serpientes crearon la red de cuevas en las que viven los marcianos.

Previo al gobierno de Jonás, el Duro, un hombre avaro encontró la primera serpiente muerta en la superficie. Debido a su codicia, logró controlarlas y atraerlas a él para comerciar su piel, lo que desató una guerra entre los marcianos y las serpientes, dirigidas éstas por una gran serpiente-dragón.

En ese momento, la Madre Épsilon bajó del cielo a la Mesnada de los Cuatro Guerreros Sagrados, es decir, las constelaciones que se ven desde el suelo de Marte y por el que se rige su calendario: Ariae (el Canario), Moleri (el Perro), Emón (la Rana) y Uslo (la Rata), quienes logran controlar a las serpientes y llegar a un acuerdo eterno para que no dañen a los marcianos de nuevo.

La Mesnada vuelve a aparecer luego de que la serpiente-dragón llamada Ogot, es hipnotizado por Brean y ataca a los marcianos. Los guerreros reencarnan en Jenny, Kamilo, Jairo y Andresao respectivamente. Después de que Ogot es liberado de la hipnosis, se venga de Brean en la Tierra. Algunas serpientes doradas que participan en la batalla se quedan a vivir en ese planeta posteriormente.

En la actualidad, las serpientes doradas son comunes (aunque raras) en Marte y más pequeñas que las mitológicas. La Reina Negra tiene una de mascota llamada Minino.

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